En tiempos recientes, parece haber una moda por consumir alimentos sin gluten, considerándolos más saludables que aquellos que contienen naturalmente gluten en su composición. Pero, ¿Qué hay de verdadero en esto?, y ¿será posible que más aún estaremos dañando nuestra salud por consumir alimentos “sin gluten” sin tener la información necesaria?
Una dieta sin gluten es necesaria e imprescindible para las personas celíacas. Adicional este grupo, existen personas con una enfermedad de la piel llamada dermatitis herpetiforme o sensibilidad al gluten la cual se trata también eliminando el gluten de la dieta. Excluir el gluten de la dieta también ha demostrado ser útil para las personas con intestino irritable, un trastorno neurológico llamado ataxia por gluten y la diabetes tipo 1. La dieta libre de gluten y caseína puede ayudar así mismo a disminuir los síntomas del autismo, debido a que esta condición suele estar ligada a un problema llamado sensibilidad no celíaca al gluten, que causa diversas alteraciones como diarreas, dolor abdominal y sangrados.
Fuera de estos casos anteriormente citados bien documentados, hay pocas pruebas de que una dieta sin gluten ofrezca beneficios para la salud. No obstante, una dieta sin gluten puede ser una forma saludable de alimentarse, dependiendo de los alimentos sin gluten que elijamos, con qué frecuencia los consumimos y si el resto de los alimentos por los que optamos son saludables o no.
Siempre es una buena idea incluir en la dieta los alimentos que estén libres de gluten de manera natural, como las carnes magras, los lácteos con bajo contenido de grasa, los vegetales, la fruta, los cereales integrales sin gluten y las grasas saludables.
Sin embargo, no debemos exceder tampoco el consumo de estos alimentos porque, como en el caso de las carnes rojas, lácteos con gran contenido de grasa y vegetales ricos en almidón, pudiéramos estar consumiendo mayor cantidad de colesterol, grasas saturadas y calorías de las que necesitamos.
Y lo que puede suceder en ocasiones, es que lo alimentos libres de gluten comercialmente adquiridos, pueden tener más contenido calórico que sus similares con gluten, u otras veces que estos alimentos sin gluten proporcionen un menor contenido de proteínas que sus equivalente convencionales.
Si nos decidimos por productos sin gluten de elaboración comercial, siempre es una buena idea leer cuidadosamente las etiquetas y no exagerar su consumo dentro de nuestro plan alimentario.
Los cereales integrales (o pseudocereales) naturalmente sin gluten, como amaranto, quinoa, alforfón o trigo sarraceno, teff, mijo, maíz y arroz, son buenas fuentes naturales de folato, tiamina, riboflavina, niacina y hierro, así como de proteínas y fibra. Por lo que su consumo pudiera ser de alto valor nutritivo y una buena opción para el celiaco.
Existen actualmente en el mercado opciones con panes elaborados con estos cereales a las que pueden acceder las personas celíacas y que necesitan o prefieren llevar una dieta sin gluten.
La industria alimenticia invierte cada vez mas empeño en elaborar productos sin gluten nutritivos para aquellas personas que deben llevar una dieta sin gluten. En estos casos, es de vital importancia, que la industria tenga un adecuado proceso de elaboración y sistema de control de alérgenos, para garantizar que el producto esté libre de gluten y no presente trazas del mismo debidas a contaminación cruzada.
Aquí podrás aprender un poco más de algunas de opciones para medir contaminación por gluten en los alimentos.